Publicado poco antes de la reforma de la ley del aborto, Mujer sin hijo ha sido leída como una novela comprometida con la defensa de la libertad de la mujer a decidir sobre su maternidad. Bien es cierto que es la maternidad, como deseo o como rechazo, como imposición social o como imposibilidad biológica, el eje temático en torno al cual gravitan los tres relatos que componen el libro; sin embargo, Mujer sin hijo es una introspección entorno a los sentimientos de tres diferentes mujeres que, por distintas razones, no han podido ser madres; la maternidad se convierte en un deseo incumplido, en una realidad interrumpida por un fallecimiento inesperado o en una obligación social imposible de llevar a cabo.