SANGRANTE
no es tan sencillo
para el mundo eres una mujer que sangra
la mujer sangrante
para el hombre una mujer sucia
olorosa y con un sabor delicioso a mar
para el hijo no eres nada
no eres más que una madre una extraña
y tú
entras al baño y procuras ajustar bien la puerta
avisas de que nadie entre
y descubres tu herida
y no es nada
salvo la costumbre de sangrar