Juniper

Yo soy la Juani
Si es que… como si lo viera:
—A ver, cariño, que vas a tener una hermanita… ¿cómo quieres que se llame? Que mamá no se decide… que mamá pensaba que traería un niño y dicen que no, que una niña…
Y mi hermana, que tenía nueve años, dijo un nombre que no voy a desvelar todavía, dijo un nombre y se quedó, con sus nueve años, toda tranquila. Como si lo viera, que ni se lo pensó. Que yo, por lo menos, si tuviera que ponerle el nombre a ella… si mi madre ahora me dijera que voy a tener una hermanita y que cómo quiero que se llame, por lo menos miraría si queda bien con los dos apellidos, y valoraría y tendría muy en cuenta todas los oficios que pudiera desempeñar, enumeraría todas sus posibles vocaciones y trabajos, y comprobaría que el nombre y los apellidos que le destino a mi hermana casan bien con sus aspiraciones. Y también tendría en cuenta si por ejemplo queda bien con un la abuela. Por ejemplo, tener en cuenta si la abuela Pepa, por decir un nombre, que no es el nombre que no os he desvelado aún, si por ejemplo la abuela Pepa y la abuela Lola queda bien. Porque todo sea que después la hermanita no tenga hijos, o que tenga hijos pero no nietos y que nadie la llame abuela en su vida, pero nunca se sabe y cuando uno pone un nombre debe tenerlo en cuenta también. También hay que valorar cómo queda la Doctora Pepa o Lola, que, insisto, no es ninguno de los dos el nombre elegido. En fin, hay que contemplar todas las posibilidades y después, y sólo después de haberlo pensado mucho, decidirse. Otra cosa importante es si el nombre tiene diminutivos, que en el colegio ya se sabe que se le cambia a uno el nombre y ya se le queda de por vida. O si el nombre se parece a cualquier otra palabra a la que puedan acogerse para poner un mote. Pero no. Y que si hubiera sido un niño, mira, sin complicaciones: como mi padre. Que lo pienso y digo yo que podrían haberme puesto el de mi madre, pero tuvieron que:
A ver, cariño, que vas a tener una hermanita…
Nueve años, os lo juro. Y la hermanita dijo un nombre y, para sorpresa de todos ustedes, que están esperando que diga cómo me llamo, para sorpresa de ustedes y mía también, la hermanita dijo Jennifer. Como lo oyen.
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Hoy es Santa Genoveva, que es lo mismo que Jennifer pero en español y en bonito. Mi hermana me puso Jennifer porque su mejor amiga de la infancia, a la que ya no veía, se llamaba así. Supongo que Jennifer es el precio que he tenido que pagar por estar destinada a convertirme en su amiga íntima, por reemplazar a aquella otra. Me gustaría hoy encontrar canciones en las que Jennifer no sea una joven mascando chicle con la boca abierta, con pendientes de aro y el tanga saliéndose del pantalón. Yo he encontrado ésta de Faust y esta otra de Little Comets. Me han regalado la de Jennifer Juniper y me he puesto bastante contenta.

14 thoughts on “Juniper

  1. Nena, a mí me gusta más Jenn que Genoveva. es que una profesora vieja, fea y mala de mi cole se llamaba así y le tengo manía a Genoveva, pero hija, a mí no me parece tan mal. Jenny sí, eso es horrible. Pero tú no eres una jenny, ni llevas aros de oro en las orejas ni nada de eso. el nombre no es determinante, no es para tanto. Una flor con otro nombre no dejaría de ser una preciosa flor. :)
    Un beso.

  2. Lo bueno de las Jennifer es que nunca son profesoras viejas, feas y malas. Sólo son quinquis. Bueno, Jenn no está mal… pero ¿a cuántas Jenns conoces? ¿Cuántas Jennifers conoces que consigan que no les llamen Jenny? Aunque estoy encontrando canciones bonitas y me estoy reconciliando un poco… Igualmente, agradezco tus palabras. Y mi hermana también.
    Un beso, guapa. Y feliz año.

  3. Ja,ja,ja, eres genial. A mí Jenn me gusta más que Genoveva que luego el diminutivo.
    A propósito, yo siempre busqué para mis hijos nombres cortitos para evitarlos, y, lo confieso, también le dimos a elegir al mayor el nombre del pequeño, (tantas ganas de tener democracia…), pues eligió Sergio más un apellido que era el de su amigo y no se bajaba del burro.
    Suerte que era fan de Daniel Boom, una serie de entonces y pudimos convencerlo de que Daniel era bonito.

    Mira, me has soltado la lengua, y yo a lo que venía es a desearte todo lo bueno con el nombre que te de la gana, la que importa es la que lo lleva, y tú lo haces requetebien.

    Gracias por tus deseos y un fuerte abrazo.

  4. Claro, a mí Jenn también me gusta más que Genoveva… pero hasta que di con el “Jenn”, pasé por nombres y más nombres alternativos para evitar el Jenny.

    Un abrazo grandioso, Isabel. ¡Pero grandioso!

    (He descubierto, con esta entrada, que hay muchos hermanos mayores decidiendo los nombres de los menores…)

  5. Ha sido un descubrimiento para mí, así que no dejé de buscar canciones con Jennifer y Jenny y alguna Jenn que se ha colado. Muchas gracias por la canción y la felicitación (claro que corresponde… si soy una santa, yo). Un abrazo, Alberto.

  6. Me ha encantado el post, por el contenido y por lo bien escrito (no tengo manera de quitarme la deformación profesional de encima…).

    Sobre nombres, tampoco es que mi “Nuria Rita” sea un gran acierto de mis padres… la combinación es tan rara que me crea muchos problemas, desde pequeña, que los profesores me decían «Lo has escrito mal, es “María Rita”» y yo tenía que insistir en la originalidad de mis padres, hasta de mayor, que el único libro que he publicado está mal clasificado en la Biblioteca Nacional porque se pensaron que Rita es apellido (esto me pasa muy a menudo, nadie concibe que junto a «Nuria» «Rita» sea también un nombre, y si para colmo, tu apellido «Sebastián» es también un nombre, ya la hemos liado). Y yo me pregunto, y le pregunto a mi madre el porqué de una decisión así, y su respuesta viene a ser «uy, mira está lloviendo» en diferentes versiones, y me quedaré así, sin saber la razón oculta (un nombre como «Rita» se pone por algo, no se puede negar) de mi particular nombre compuesto…

    Mi teoría es una promesa o algo así que mi madre hizo a Santa Rita y claro, de ahí a imaginarme todo tipo de destinos marcados por la historia de esta santa (patrona de los imposibles), un paso…

    pd: a mí Jenn Díaz me parece que queda muy bien en la portada de un libro ;)

  7. Fíjate que yo tengo en mente una cosa (vamos a llamarle cosa) con un personaje femenino, y había ya medio decidido que se iba a llamar Rita…

    Me he dado cuenta, después de esta entrada, de que hay muchos hermanos mayores por ahí responsabilizando de los nombres, y, dios, qué injusticia.

    A mí Jenn Díaz, no sé si por costumbre ya, me empieza a sonar bien… será cuestión de verlo en más libros, a ver si me acabo de acostumbrar del todo…

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