El estilo de Jenn Díaz es ágil, cuidado y sencillo sin caer en la simplicidad; vertebra toda la novela a pesar de los diferentes puntos de vista desde los que está narrada la historia. Lo más destacable, en mi opinión, es la afiladísima intuición de la autora: es imposible que el lector no sea vea reflejado en, e incluso identificado con, muchos de los detalles que dan vida a los personajes.
Aun así, me da la impresión de que, aunque la novela empieza con una fuerza arrolladora, va perdiendo un poco de fuelle a medida que avanza. Quizá sea porque la estructura narrativa -esta suma de historias particulares- puede terminar volviéndose un poco repetitiva.
Paula Zeta Eme
Ya le he dado las gracias a Paula, pero quería hacerlo también por aquí. Un millón de ellas, Paula.
Como siempre, pinchando en la imagen, viaje directo a la reseña completa.
ganas de leer tu novela…
hoy me he venido a casa con Thomas Pynchon y contigo…
un abrazo, artista…
Pedro, eres inconfundible incluso cuando te llamas Javier. Me gusta más la idea de que te vayas conmigo que con Pynchon, pero está bien, te comparto. Muchísimas gracias. Espero que te guste… al menos un poco…