ya lo sabes
ella le pide que le guarde el secreto
se sube despacio la mano a la boca
a los labios, pone el dedo y el alma
le dice silencio, silencio
y él la mira y espera el beso
que se lo sople desde la mano
que llegue por el aire
y le llega
ya lo sabes
que también una vez
tú pediste silencio pero llegó un beso
y el dedo se convirtió en un chasquido
en ellos había una casa muy oscura
que no me había atrevido a abrir
por si salían violentos los fantasmas
y querían arrebatarme lo que tanto
me ha costado reconocer como mío
ahora esa casa oscura tiene unas ventanas
que van del cielo hasta tus pies
y puedo verlos sin compadecerme de ellos
los miro y es tan tierno que ahora
se hayan reencarnado en ti
ya lo sabes
ella le pide que le guarde el secreto
y él espera que el beso le llegue
y le llega
el beso le llega
eso también lo sabes
Y estos dedos y estos besos, sencillamente me alegran una mañana de lunes, tan inocentes y sencillos me llegan también.
Besos luneros, preciosa Fusa
A veces un simple chasquido transforma nuestra vida. Solo hay que estar atentos para oirlo.
Besos
¿Quién nos aguarda entonces a la vuelta
de cada amanecer, de cada espina?
¿quién nos aguarda entonces a la vuelta
de todos los silencios?
y por último,
¿quién nos acompañaba hasta hace apenas
un instante?
¿por qué no recordamos ya su nombre,
ni siquiera su rostro?
L.Rensoli, Cifra
Quiero esas ventanas…