Después venía mi nombre

Cuyo nombre estaba escrito en el agua, Willem De Kooning

Te vas desprendiendo de mí
tan lentamente
que parece que todavía estás aquí
Creí que íbamos a poder volar
y sólo espantamos el polvo que
cubría los últimos días
Estás como escurriéndote y ya
eres agua fresca que no quita
la sed peor
que sólo moja, dejando un reguero
haciendo que el vestido quede
pegado al cuerpo con una
obscenidad que en nada
recuerda a una despedida
Pero ya has dicho adiós y después
venía mi nombre
aunque no fuera capaz de reconocerlo

5 thoughts on “Después venía mi nombre

  1. F. tengo un poemario entre las manos, su título es “Llanto bailable”, y me parece que no es casual que yo baile un llanto y que tú lo cantes, me parece que no es casual que nos equilibremos juntas detrás de los nombres… Ahora podría transcribirte cualquiera de estos poemas de José María Parreño sin otra motivación que la de acompañarte mientras el agua moja, para que la lentitud no te rompa, pero sé que te basta con que te nombre y que te reconozcas:

    “Muchos de los que lean esto saben lo que significa leerte, lo que supone adentrarse en las calles de un pueblo lleno de secretos cotidianos, sin más artificios que la vida misma, que la muerte misma, muchos saben qué se siente caminando por Bergai de la mano de F… Pero, ¿sabes? F. y J. no son tan diferentes, conviven tan bien, se respetan tanto, que, la mayoría de las veces, se confunden… y no debería sorprenderme en absoluto, de hecho no lo hace, no me sorprende querer tanto a F. como a J., y tampoco, necesitarlas por igual, lo único que realmente me llama la atención es que sea recíproco.”

    Un abrazo, linda mía.

  2. nada nada :)) no te hago caso esta vez: a volar!!! joooooo se me ha pasado por la cabeza la canción de Mª Jesús “Pajaritos a volar”, es lo que tiene una infancia setentera-ochentera :)) aissss!!
    me ha gustado mucho tu poema, aunque las letras parezcan deshacerse entre gotas de agua y destilan tristezas, pero con el agua también se puede chapotear, así que hoy, por unanimidad de mis leucocitos y mitocondrias me (te) declaro en permanente sonrisa, y como en la pintura, se mezclan, con el agua, miles de colores, y el adiós se vuelve un colorista hasta luego :) con beso!
    moitos biquiñosss desde un descanso a media tarde (antes de darle el último empujón, traspiés y pisotón a las opos: tengo examen mañana:) y o soy optimista o soy optimista, que en esto no hay bipartidismo, la opción derrotista no sirve, así que no cuenta :)) muy feliz tarde :)))

  3. Gloria: muchísimas gracias, preciosa, en el momento, cuando subí el poema, cuando leí tu comentario, me sirvió que me nombraras, como cuando tienes un secreto, en esta caso una Fusa, y no lo quieres contar por si así se hace más pesado, así me nombraste, así recobré una parte de ese yo que parpadea. Muchísimas gracias, de verdad.

    plinnn: jajaja… pues por unanimidad el agua que no sirva para mojar el vestido ni para la sed peor, por unanimidad, pajaritos a chapotear. Muchas gracias.
    Un beso.

    Ukey: gracias, A., también eres tú la que lo transforma en otra cosa… también tú cuando me lees le das un algo que no le dan otras personas.
    Un abrazo.

    Isabel: porque el adiós fue lento y tú lo sabes, porque en este poema está así, tejido, como tú que coses palabras, el adiós estaba así…
    Un abrazo.

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