Ando tanteando el espacio
como si todavía no hubiera
sabido despertar de una
sudorosa y sensual pesadilla.
Ando así por no saber de otra
manera y me miras perplejo,
sospechando, tanteando a tu vez
como si actuaras bajo algún
hechizo de puta barata, de madre
que se acaba repitiendo en
todas las mujeres a las que amas
por error, por puro error.