Ya. Ya voy recogiendo
las redes esta noche
tan despacio, silenciosa.
Si supiera que ibas
a comprar mi corazón
mi estúpido y acelerado
corazón de hoy, de ahora,
te lo vendería.
Si tuviera esa certeza,
pero no la tengo.
Ya. Ya voy a recoger
la red de esta noche
no hace falta que la luna
me mire con ojos de
impaciencia, ni tú tampoco.
Ya voy a separar
el hilo del pez muerto
y a mi madre del anzuelo,
la única sirena que
todavía no ha aprendido
a nadar. Si al menos
esta noche, frente a un mar
calmo, supiéramos volar.
Pero no sabemos y ya no
queda quien nos pueda orientar.
Veo muchas imágenes en este bello poema.
También me gusta el pez de Celaya.
Isabel: buscaba un pez y me encontré con éste, rojo, diferente, que esconde algo que sólo Celaya conoce. Me gustaba para el poema… que esconde también imágenes, como dices.
Un beso.
Mejor no vender el corazón.
Esperemos que la luna crezca y la marea nos traiga los restos del naufragio. Tal vez, entonces, podremos volar.
Virgi: mejor no, pero a veces es que pesa demasiado, por lo menos el mío, y venderlo no sería tan arriesgado… ¡que lata libre en un cuerpo al que le duela menos!
Un abrazo.
Me parece como una canción este poema, Fusa. Si pudiera, le daría música a ese corazón que no se sabe muy bien. Es un poema que late rápido y sin embargo yo lo he leído muy despacio, ¿sabes? ¿No te pasa? Lo que dices acelera y a la ve amansa. Esa desorientación final…
Tú con la poesía, linda, ya como pez en el agua. :)
Un dulce beso.
(*: qué maravilla sería que le dieras, con tus dedos, música a este poema. A mí me parecía una canción el anterior, el de la mujer del abrigo verde… pero quizá también éste. A éste le pega, sin duda, una de esas ballenas que se esconde dentro de un saxo, o también toda esa vida que tiene dentro tu violoncelo.
Un abrazo.
yo creo que sabés volar, así lo indican estos delicados,terribles versos.
tal vez
después de separar
el pez
la sirena
el corazón//
el
v
u
e
l
o
se levante*
mil besos,linda Fusa*
Se me ocurre que recoger las redes puede significar que los hados han sido benignos y nos han obsequiado con una buena jornada; o por el contrario, que las recojemos quizá ya cansados de esperar, decepcionados porque no sabemos… volar.
Precioso poema, Fusa; muchos besos.
Y sabes volar porque recoges palabras al vuelo y las esparces en redes que no son como las de tu pez brillante pero también laten.
Alza tu cara al cielo esta noche, cuando la brújula interior se desimanta, las estrellas brillantes y eternas guiarán tu Norte.
Bezzitos Princesa!
Se pueden escribir historias de peces que sepan volar, de redes con agujeros más grandes, de sirenas con piernas en vez de cola.
Y una vez que estén escritas, ¿quién las refutará?
:)
Te abrazo.
Rayuela: quizá sí, quizá necesita separar la sirena del pez del corazón de la red de la luna para poder volar y que no me pese nada.
Un abrazo, Silvia.
Wara: eso es. Y depende del día uno recoge las redes de una manera diferente. Cuando escribí el poema estaba cansada de esperar (¿pero qué?), después, leyéndolo, quizá sea por los hados.
Un abrazo.
Malvada Bruja del Norte: ¡Linda! Hacía tiempo que no sabía de ti, qué bueno que volviste. Como decía Martín Gaite de uno de sus personajes preferidos… palabras como mariposas, cazarlas…
Un beso grande.
Gilda: una vez escritas, ah, una vez escritas ya es otra cosa… y supongo que es uno de los motivos por el cual escribo las historias: para que ya deban ocuparse de ellas otros.
Un abrazo.
Nuevamente hermoso.
¿Será que alguien quiera comprarme mi corazón?
Beso.
Clarice Baricco: como dice Calamaro… te cambio tu corazón por el mío, para mirarlo y mirarlo…
Gracias, G.
Un beso.