Queremos volar (o un intento de postal, una carta de amor)

Vísperas de Navidad, Pedro Fernández Cuesta

Ya no sé escribirte cartas de amor. Ni tampoco cómo empezar una postal de navidad. Ya no aúllo en la noche cuando despierto y no estás. ¿O sí estás? Todavía aúllo en esas noches, amor. Pero hay cosas que sí han cambiado. Ya no sé escribir cartas de amor ni postales de navidad. Y me preocupa menos lo segundo, puesto que nunca lo hice, que lo primero, que todo acto de escritura viene a ser, como dijo B., una carta de amor que no se acaba jamás. Mi acto. No sé escribirte, entrando el nuevo año, agotando los últimos días de éste, no sé escribirte una carta de amor. Y dirá tanta gente: ¿qué importa? Y sí importa: porque yo aúllo, yo escribo. Y lo mismo quiero temblar en tu marcha que saber ponerlo con la mejor de mis caligrafías, ésta tan anónima y tan reconocible, tan que tú y nadie más la reconoce.
Quería escribir un cuento. Uno de ésos que sé que, cuando lo leas, dirás: ah, lo empezaste en aquella hora, en aquel lugar. Porque te anticipé alguna punta del hilo. Pero ya tampoco sé escribir cuentos de navidad. Como si alguna vez lo hubiera podido saber, intentado al menos. Quería hablar de ese grupo de personas que están en el aeropuerto esperando. ¿Y qué sabe nadie qué esperan sino ellos? Todos juntos pero individuales, esperando que alguien les diga alguna cosa. Esto no me lo invento, no es un cuento, es lo real. Gente amontonada en el aeropuerto pidiendo una solución. Y todos dicen: solusión. Porque ninguno es de aquí. Y de aquí es de donde huyen, para volver a casa. Quería escribir un cuento que contara toda esa situación. No con lástima ni compasión, no con rabia ni ira. No, contarlo como se cuentan los cuentos: con todo a la vez. Hablar de la compañía aérea, a pesar de que en mis cuentos nunca haya elementos de ese tipo, qué importa, sólo es un cuento de navidad, uno pequeño, hablar del hombre que cerró, que estafó, que rió. Una introducción. Y después: aparece una mujer en el salón mientras dan la noticia por la televisión y parándose a mirar, se limpia las manos en el delantal. Estaba cocinando un pavo para la noche, que viene toda su familia a cenar.
-¿Qué ocurre, qué piden?
Y en ese momento aparecen todas las personas unidas pero siempre como individuos, todas tan juntas que podrían ser todos uno, todos la misma historia, el mismo cuento y, sin embargo, tan separables, inconfundibles. Aparecen frente al televisor, aprovechando que por fin van a poder quejarse y que se entere todo el mundo. Que nos enteremos todos. Y gritan:
-¡Queremos volar, queremos volar, QUEREMOS VOLAR!
Y se refieren, se entiende, a que les devuelvan el pasaje, a que les devuelvan a casa. De cualquier manera. Pero la mujer que acaba de aparecer en el salón limpiándose las manos en el delantal no entiende la noticia, no se ha enterado. Lleva toda la mañana cantando en la cocina, preparando y preparando. Ladea un poco la cabeza y observa con ternura la imagen del televisor.
-¡Queremos volar, queremos volar!
Y le parece tan hermoso el deseo. Le parece tan complejo. Y mira al tipo que hay sentado en el sillón y se lo dice: ¿no es hermoso? Y se refiere ella a que quieran volar. A que levanten los pies de suelo y echen a soñar. No se imagina por nada del mundo que lo que piden es un pasaje de avión. Así acabaría el cuento. Con la pregunta: ¿no es hermoso? Y que no se sepa qué contesta el tipo del sillón que sí conoce la noticia. Que no se sepa si le descubre la verdad o no.
Quería escribir un cuento de navidad que fuera eso. Y dentro de mí sabía que esa mujer que se limpia las manos en el delantal quería ser yo. Quería ser así como ella. Y que tú fueras el tipo del sillón que me mira sin parpadear, dejándome creer que eso es cierto, que en estos tiempos la gente sólo pide volar un poco, ni que sea como una gallina. Y eso sí te parecería de un cuento mío. Que aparezca una gallina, que revolotea, que pierde plumas y levanta un poco de polvo. ¿Polvo de cuándo? Porque parece que eso haces la mayor parte del tiempo: dejarme creer en algo, porque entiendes que no puedo estar sin creer en nada. Y me dejas ahí, limpiándome las manos en el delantal, con una sonrisa tonta y algo navideña, como de película. Me dejas creyendo que hoy la gente pide volar y no tiene nada que ver con un billetito de avión o una compañía aérea que cierra justo ahora. A lo mejor eso era la carta de amor y no sé si se habría entendido. Que yo fuera la mujer, que tú el tipo. Y que todo fuera un resumen de lo que viene siendo este año que todavía es. Que tú me dejas creer en ti, creer en mí, en tantas cosas, sin saber siquiera si tú me acompañas en la fe. ¿Contagiándote, quizá? Habría sido hermoso que entendieras el cuento, que se entendiera sin la explicación, pero no me salía. Sólo me ha salido hablar de lo que iría el cuento si lo escribiera, si se entendiera.
Pero ya no sé escribir cartas de amor.
Ni tampoco postales de navidad.
Aún así, aquí estoy. Y quiero que lo sepas.
Aquí. Aquí. Qué importa el sitio exacto. Al alcance de tu mano.
Queremos volar también, ¿no es cierto, no es hermoso?

Feliz navidad, mi amor.
Feliz navidad, queridos todos.

31 thoughts on “Queremos volar (o un intento de postal, una carta de amor)

  1. Fusa, es hermosísimo, uno de los mejores que te he leído.
    Y esta vez no quiero analizarlo. Sería como empañarlo.

    Un abrazo inmenso con mis mejores deseos para todos tus días.

  2. Bel M.: muchas gracias, querida. Yo tampoco me he parado a analizarlo ni a adornarlo ni a buscarle tres pies al gato, como acostumbro. Quería escribir algo para navidad, bueno, lo que escribo en el intento de postal o carta de amor, quería hacerlo y, como no me salía, quería hablar de ello. Me alegro de que te haya gustado. Y te agradezco que no lo empañes… los que vienen en arqueología emocional (Roger Wolfe…) son como de otra pasta.
    (Por cierto, no sé si lo sabes, pero esa B. que dice que mi acto es siempre una carta de amor… esa B. eres tú.)
    Un abrazo y también mis mejores deseos.

  3. Gracias, preciosa Fusa. Ahora me has emocionado. ¿Sabes que lo había sospechado? Pero no estaba segura, por eso he borrado dos frases más que había escrito: “Espero que él lo entienda. Yo lo he entendido.”
    Otro gran abrazo.

  4. Bel M.: gracias a ti. Me lo dijiste en aquella entrada de Bergai que se titulaba ¿Quién sabe escribir cartas de amor? Creo recordar que fue entonces, a propósito de aquella carta de ¿Gabriela? ¡Se me escapan los nombres! Él se llamaba Tino, eso seguro. Me lo dijiste creo que entonces. Y me marcó mucho. Me gustó. Y me lo quedé como un regalo. El año pasado en el intento de postal también había varios guiños, éste ha sido más indirecto, pero tuyo, para ti.
    Una abraçada, maca.

  5. Mucha felicidad para este Nuevo Año 201o, para ti y los tuyos.

    (Sí creo que sabes escribir cartas de amor, he leído unas cuantas en tus cuentos.)

    Besos.

  6. Sí es hermoso. Yo espero no perder jamás ese deseo o ansia de volar…

    Felicidad, Fusa, te deseo mucha felicidad para cada día de tu vida.

  7. Feliz Navidad, Fusa :) a mí me ha encantado, el cuento, y como lo cuentas :) me has hecho crecer la sonrisa y brotar varios besos salados que te envío entre estas letras :) muchísima felicidad, sí, para cada día de tu vida :) muacssssss!!

  8. Qué chulo Fusa… :-) y es que a veces sólo querer escribir ya es suficiente para escribir. Claro está, unos con más gracia que otros. Debe ser que la mía -y la de unos cuantos, pienso- te la has quedado toda tú :D pero me alegro de poder leerte. Esa suerte tengo, mira.

    Un besote, linda.

  9. Pues si llegas a saber…
    Es bellísima tu carta de amor. Quiero q puedas ser todo lo q desees y q lo disfrutes.
    Un besico.

  10. Yo quiero no saber escribir cartas de amor a la manera de no saber escribir que tienes tú…

    Ajá, sí, es hermoso.

    Feliz no sé qué pero feliz, Fusa mía. No dejes de volar.

    Vuelos y besos!!! Muchos.

  11. Yo también quisiera ser la mujer del delantal…

    Y escribiste una hermosa carta de amor,así como un hermoso cuento (de navidad?digamos, un hermoso cuento cotidiano)

    Y por primera vez leo, arriba, a la izquierda, a Roberto Bolaño.Si estuvo siempre y no lo ví, o si lo pusiste ahora,justo cuando miro…creo que no importa. Era, tal vez, el momento para que lo viese.Gracias por Bolaño,gracias por tus buenos deseos,pero, sobre todo, gracias por tus letras.

    Mil besos*

  12. Alfaro: a lo mejor a mis personajes se les da mejor. Normalmente escribir de mí, para otros, sobre mí, me cuesta una barbaridad, porque ser fiel a la realidad es más complejo que serlo al caos de la imaginación. Entre ellos sí se escriben y son capaces de expresar lo que sienten. A mí me cuesta más. Pero te lo agradezco.
    Mucha felicidad también para ti.
    Y muchos abrazos.

    Wara: yo espero que tampoco lo pierda nunca. Ya sé casi seguro que este 2010 no lo perderé, mi deseo es más para tiempos posteriores… cuando la juventud quede tan atrás que apenas se vea sin gafas. Entonces es cuando más deseo de volar quiero tener.
    Pasa unas buenas fiestas, querida.
    Felicidad también para ti.
    Un beso.

    Galicia maravillas: bon nadal, Bego. Me alegro de que te haya encantado el cuento. Me parece que hay mucho desorden, y quizá eso lo haga hermoso.
    Un abrazo grande y felices fiestas y días y año y vida.

    V.: sí, eso ocurrió ayer. Llevaba días pensando en que quería escribir un cuento de navidad. Y me temía que acabaran las fiestas y el cuento dejara de tener sentido, un cuento a destiempo. Pero al final las ganas de escribir fueron suficientes para hacerlo.
    La suerte es mía por que me leas, guapa. Y por poder leerte en noches como ésta en que no puedes dormir.
    Un beso y cuídate mucho.

    Sara: ah, sí, quiero ser la mujer del delantal que mira el televisor y se siente tan dichosa. Ojalá que el nuevo año traiga mucho de eso.
    Muchas gracias y un beso.
    Disfruta de estas fiestas.

    Margot: ja, me gustaría verte a ti escribiendo un cuento de navidad, o escribiendo de qué va un cuento de navidad, o escribiendo cómo sería si escribieras un cuento de navidad. Y es literal: ¡me gustaría! Porque te echo de menos y a veces la librería de bolsillo no es suficiente. Vuelve un poco, sólo para mí, jiji. Escribe en los comentarios textos larrrrgos, largos, que te extraño mucho.
    Vuelos y besos de ida y vuelta.
    Feliz también tú.

    Rayuela: ese texto siempre estuvo en la barra lateral que estaba en la derecha. Pero ya al fondo, después de las entradas, los blogs, los seguidores y todo lo demás. Así que fácilmente se te pudo pasar. Ahora lo he puesto abajo del todo, en una opción que me daba esta nueva máscara (es como cuando me corto el pelo esto de ponerle una plantilla nueva al blog… me lo miro y remiro, con el inconveniente de que el pelo tarda más en crecer y estoy obligada a quedarme sujeta a él más tiempo). Es un texto buenísimo, me gusta mucho. Lo saqué de Llamadas teléfonicas, de un cuento que le dedica a Enrique Vila-Matas.
    Me alegro de que te haya gustado el cuento navidiano.
    Un abrazo, Silvia.

  13. Muy bien lo de la compañía aérea (crea espacio) y del vuelo de la gallina (achica el espacio y lo hace íntimo). También me gusta lo del sillón, que es él.

    Feliz año nuevo (o debe ser nuevo año?)

    Un abrazo

  14. PD: Me gusta el nuevo diseño de tu blog! Hay más luz y es más severo (en un buen sentido) o, si prefieres, más cuadrado (chiste, me refiero a los cuadros como en las revistas o diarios). Me explico: a partir de 1974 me he ocupado de diseño de revistas y de libros, entonces tengo una cierta deformación. No puedo leer un libro sin ver su diseño y sus fallas.

    Otro abrazo

  15. Ays, mi niña, qué más quisiera yo pero la vida, o la suerte, que van unidas y nunca se sabe, en el azar de las móleculas está la clave y yo con éstos pelos, güendiós, me han complicado la existencia de tal manera que mi tiempo, y ganas, se fueron por el sumidero, dando más y más vueltas. Pero algún día retornaré, palabrita, aunque sea en otra cueva…

    Pero Feliz todo, preciosa, y nos vemos en ésta cueva, más de cerca, y en la otra a ratitos.

    Un abrazo estrujao!

  16. Fusa, un último abrazo antes de acabar el año. Te dejo mis mejores deseos para el 2010, suerte, felicidad, ánimos, constancia,trabajo, dedicación… uf, cómo me paso con lo del trabajo, también placer, y disfrute, y gozo… Todo precioso, de verdad.

    Me encanta el aspecto del blog. Besos.

  17. Feliz Año mi Genia!

    Sí sabes escribir cartas de amor, llenas de cotidianeidad, con aromas urbanitas o de chimeneas de pueblo.
    Sabes escribir cartas de amor y postales de Navidad.

    Que en el 2010 sigas regalándonos tu Arte.

    Un beso enorme!

  18. Te leo y comento, y busco la repuesta al otro comentario. Sonrío. Y sonrío porque no recordaba que casi he finalizado igual el comentario, diciéndote que nos regalas tu Arte. Y pienso, que es cierto, que por eso te deje ese comentario pensado y espontáneo y ahora vuelvo a dejártelo, porque algún día diré: Sí, yo conocí a esa escritora cuando empezó con un blog. Se hacia llamar Fusa y sus historias siempre nos hacían pedir más…

  19. Excelente, me encantó. coincido en que es uno de los escritos mas bellos y emotivos, sólo para disfrutar sin más. Te felicito y gracias por compartir tu talento!
    Saludos!

  20. Precioso. Y sí es como un cuento de navidad.

    Queremos volar. Y es hermoso. Pero a veces nos han requisado el ticket, o las alas. O nos hemos quedado cocinando un pavo que no vuela a un hombre que se sienta a esperar que le des de comer. Y uno quiere volar, aunque sea con ese hombre y su sillón, porque incluso eso sería hermoso.

    Queremos volar. Tendremos que aprenderlo.

    Un abrazo de feliz año.

  21. Hola Jennifer. Espero que todo te vaya genial este 2010.

    Hace tiempo que creo que cometes un error que quiero enmendar, porque sé que eres perfeccionista y me lo agradecerás.

    En “Uno de ésos que sé que, cuando lo leas, dirás” sobra la tilde en el determinante demostrativo.

    El demostrativo situado justo delante del relativo “que”, sin coma antepuesta, actúa como determinante de la subordinada, y no como pronombre. Fíjate que se podría sustituir por “Uno de LOS que sé que, cuando lo leas, dirás:”

    Cuando la secuencia demostrativo-relativo pueda sustituirse por “el que/la que/los que/las que”, no debe tildarse el demostrativo, ya que actúa como determinante.

    Decía Gili Gaya que con el artículo o con demostrativos se sustantivan los adjetivos, las frases adjetivas y las frases relativas. Y que sólo si se prescinde por completo de un sustantivo o un adjetivo, el demostrativo adquiere función de pronombre.

    Dudaba si debía avisarte, y he decidido hacerlo porque estoy casi seguro de que no te molestará. Si es así te pido disculpas por adelantado. Del mismo modo, en el caso de que sea yo el que se equivoca, agradeceré que me lo digas.

    Por lo demás, todo perfecto. La tilde en los pronombres queda preciosa. Yo también paso de lo que diga el DPD, soy más de la OLE.

    Muy bonita la postal, qué envidia.

    Un beso, guapa.

    PD: si eliminas el comentario no me molestará.

    PD2: y si me molesta, pues me jodo.

  22. Perdón. Me precipité al decir que el resto estaba perfecto. Y ya que me he puesto el mono…

    En “Aún así, aquí estoy.” Sobra la tilde del “Aún”. En ese caso no puede sustituirse por “todavía” en su sentido temporal (no concesivo), sino que equivale a “incluso”. El DPD, el Clave, el DUDEA, el de dudas de Seco y el María Moliner indican que en ese caso concreto (Aun así) no hay que tildar el adverbio.

    Ahora sí que sí que me voy.

    Otro beso.

  23. Preciosa entrevista, Fusilla. Me ha encantado, “niña de hielo”… (Por cierto, no sé por qué te autodenominas así; no encaja con lo que escribes.)

    Te he visto (escuchado, quiero decir) muy suelta y muy segura de ti misma.

    Ya nos dirás dónde podemos leer Bergai completo (te recuerdo una promesa que me hiciste tiempo ha) y “el papel de la noche”.

    Mi enhorabuena y un fuerte abrazo,

    Miguel

  24. Copio a Guarismo, pero seguro que no le importa: preciosa entrevista, Fusa. Me ha encantado escucharte, segura de ti, explicándote tan bien, con las ideas tan claras… La gente en apapriencia “de hielo” resulta que tiene muchísimo que ofrecer, y qué bueno cuando encuentra la forma de dejarlo salir todo. Tú lo has conseguido.

    Te deseo toda la suerte del mundo, muchísimo éxito. Pero, pero, creo que no vas a poder dejar de viajar en tren, jaja, que te rinde mucho, eh.

    Besos, Fusa. Y gracias.

  25. Giovanni: no sé si lo escuchaste, pero la historia del avión era verdadera. Mis cuentos son de gallina y espacio pequeño e íntimo, pero no podía dejar de añadir aquella imagen de ¡queremos volar, queremos volar!, me llamó mucho la antención.
    Ya queda lejos y como pasado, pero feliz año también para ti.
    Un abrazo.

    Giovanni PD: a mí también me gusta más éste que el anterior… era una plantilla con otros colores y lo puse así, marrón, como creo que soy… me gusta lo cuadrado y ordenado, sí, como la otra vez, pero ahora sin celo.

    Margot: creo que eso es una buena aclaración, quizá y seguramente, si vuelves, sea otra cueva, una nueva, porque la lengua ya está remordida y no sirve. Lo de las ganas y el tiempo va a rachas… a veces uno saca lo segundo de donde no hay.
    Feliz todo también para ti, guapa. Me alegro de que, otro año más, sigas por aquí.
    Un abrazazo.

  26. Wara: salí la tarde del 31 hacia un destino muy querido y, antes de hacerlo, te vi aparecer, te vi acordarte de mí unas horas antes de que todo volviera a empezar, como si no tuviéramos suficiente con intentar empezar de cero todas las mañanas.
    También mis mejores deseos, aunque algo tarde, para todo este año… y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente… y siempre.
    Un abrazo.

    Malvada Bruja del Norte: al leerte fui yo también a buscar el otro comentario. Yo tampoco recordaba que acababa similar… y es que cada palabra es como dicha y leída por primera vez. Y la emoción sigue intacta.
    Muchas gracias por tus deseos y todo tu cariño, eres un encanto, Bruja.
    Un abrazo.

    Guarismo: yo también espero que el 2010 sea tan productivo y generoso como el anterior. Debería seguir, por eso, poniendo de mi parte, porque, fíjate, casi acabando enero y apenas he pisado esta casa que tantas cosas buenas me ha dado.
    Feliz vuelo, Miguel.
    Un beso.

  27. Cuentochico: muchas gracias, CC. Supongo que la emoción no va relacionada con nada y es tan libre que una no puede controlarla. Yo preocupada por no saber guiar el texto por donde quería y, a juzgar por vuestras palabras, creo que tuvo buen destino.
    Te agradezco las palabras y la visita.
    Un saludo.

    Xi: incluso eso, sí, qué maravilla volar con un hombre que va sentado en un sillón, y con un pavo quemado, y con todo lo de la navidad por los aires, como una explosión, como un despegue de avión. Queremos volar, sí, incluso con todo, incluso sin nada.
    Un abrazo igual.

    Guarismo: muchísimas gracias, Miguel. Lo de niña de hielo era antes, que no lloraba nunca, que nada me afectaba, que vivía un poco al margen de toda emoción, nada me hacía temblar la barbilla, ni siquiera algunas películas de dibujos hechas para que el niño sienta mucha lástima o compasión o pena (aunque el final sea feliz). Mi hermana era todo lo contrario… todo pasión. Y el contraste hacía que lo mío se notara más… decía que era de hielo. ¡Y ni eso me afectaba! Después se abrió la caja de pandora y ahora no hay quien me pare…
    Muchas gracias por haber escuchado la entrevista, me alegro de que te haya gustado. Estaba hecha un flan, ¿eh?
    El papel de la noche está escribiéndose todavía, de Bergai ya te daré noticias, tengo que ponerme al día con el correo.
    Gracias otra vez y un beso, Miguel.

    Wara: la verdad es que, aunque me da vergüenza escucharme decir lo que he dicho y estaba nerviosísima, me alegra haberlo compartido y haberos dado otra cara más de Fusa. Que conozcas la voz, habiendo recreado yo aquí tantas diferentes, ajenas a la mía. Me gusta, sí, que Wara sepa cómo hablo.
    Supongo que sí, que encontré la forma y entonces todo se escurre por ahí… desde luego no tengo ya nada que ver con aquella niña que era (o a lo mejor más de lo que creo, mucho más… sí, definitivamente, sí).
    Un abrazo y las gracias a ti.

    Isabel Martínez: muchísimas gracias, Isabel. Me alegro de que te haya gustado la carta. Bienvenida a este sitio, te recibo encantada.

  28. Aguacateyfresas: muchísimas gracias. Me alegra que te guste y te emocione… algunas cosas salen de tan a dentro que si llegan intactas es toda una suerte.
    Por cierto, aparecemos ambas en El Picudo Blanco, qué pena que no nos tocara unir texto e imagen.
    Un abrazo.

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