Las brujas no pueden decir el padrenuestro entero. Puesto que han firmado en el Libro de Satanás, con su sangre, son las enemigas de Dios y por eso son incapaces de recitarlo. Pero ¿qué pasa cuando una esclava que no se ha aprendido nunca el padrenuestro es acusada de brujería? La cacería de brujas se pudo llevar a cabo gracias a situaciones sin salida como esta. Si no sabe decir el padrenuestro, es una bruja. No importa que no lo supiera antes de ser acusada. Quizá porque la cacería más feroz fue llevada a cabo por los puritanos, no importaba demasiado si el impedimento era el trato con el demonio o que simplemente no lo aprendió nunca; para ellos, los puritanos, quería decir lo mismo: era una infiel.
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