cierta delicadeza
en una rama a punto de
brotar
cierta belleza incontrolable y
por otra parte
incomprensible
—ver un árbol florecer
entre los dedos
y sobre todo sentir
que el árbol florido
te pertenece
sólo porque ha crecido
dentro de las cerca que delimita
tu propia casa
es tierno tener una casa y
en ocasiones tener una casa es
también
tener un hombre a quien amar
una casa puede ser
también
sólo una casa