Si hay que hablar de orgasmos fingidos, y hay que hablar de orgasmos fingidos, debemos recordar la escena de Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally: Billy Crystal está convencido de que las mujeres, al menos con él, no han fingido ningún orgasmo. Meg Ryan le dice que, como el resto de hombres, cree que nunca le ha pasado. Él está convencido de que notaría la diferencia. Entonces llega uno de los momentos más emblemáticos del cine, uno de los orgasmos más recordados de la historia. Ryan deja de comer y, en medio del bar, empieza a simular un orgasmo.
Y una señora de la mesa vecina llama al camarero y le pide que le sirva lo mismo que a esa señora… Era mayor ¡y ni sabía que ése era el método para alcanzarlo! :)
Bss