La desgracia de nacer mujer

Lo dicho, esta especie de transposición del estado de mujer a hombre es cada día más acentuada en mí, y por eso no tengo tanta zozobra moral como en otro caso tendría. De los dos órdenes de virtudes que se exigen al género humano, elijo las del varón… y en paz.

3 thoughts on “La desgracia de nacer mujer

  1. Hola Jenn.
    Aparte de alabarte el gusto por recordarnos cosas de Storni, Plath y la Pardo Bazán, yo venía a comentarte otra cosa, aunque no sé si es pertinente dado tu caso. Te hablo simplemente como bloguera, y haciendo constar que yo soy muy nuevo por estos pagos.
    Bueno, al grano:
    Ayer me llegó una propuesta divertida sobre nominaciones y asuntillos de blogs (Liebster Blog Award) y si no te molesta me he atrevido a nominarte como blog interesante. Aunque lleva su tiempo, a mí me ha parecido simpático el tema, y un modo de estrechar lazos con otros blogueros. Evidentemente si no te interesa, como a mí no me pudo interesar, no le prestes el menor caso.
    En el blog que llevo están las bases de este curioso juego, que no da dinero pero que al menos sí es curioso. Palabra que yo no lo conocía.
    Saluditos desde Karlsruhe.

  2. ¡Hola Fusa! Después de leer este artículo (y teniendo en cuenta que desde que publicaste el referido a Un cuarto propio de Woolf, he descubierto una vía inagotable para alimentar mi inspiración), ya no puedo contenerme más y te remito a nuestra sesión de Aminta Literaria del pasado 10 de abril, en que pudimos admirar una figura inigualable -y por ello muy silenciada- de la Literatura Universal: Aphra Behn). No va a decepcionaros. ¡Un saludo!

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