
“¿Puede considerarse infantil una historia de muñecos donde un soldado de plomo cojo se enamora de una bailarina y acaba en manos de unos niños que lo dejan en un barco de papel hasta que un pez se lo traga? El pez, no nos olvidemos, es capturado y devuelto a la casa de la que salió el soldado de plomo cojo, haciendo de esta historia, si cabe, algo más oscuro y macabro de lo que entendemos por
infantil“. Así empieza mi reseña del cuento “John Wayne”, de Jordi Corominas (Sigueleyendo). Para leerla entera en la web de G&R, pincha en la imagen.
¡Hola!
¡recuerdo este cuento, lo lei de peque! :) un saludo