Buenos días, tristeza, Françoise Sagan

Soy Cécile y tengo diecisiete años y mi padre es un hombre maduro y atractivo y vivimos juntos como amigos aunque yo nunca consiga verlo nunca del todo así y yo, por supuesto, aunque desconocida y lejana para él, tampoco sea jamás una amiga. Las amigas de papá siempre son jóvenes pero no tanto como yo y son guapas como Elsa que es pelirroja y tiene los ojos verdes. Soy Cécile, tengo diecisiete años y empiezo a darme cuenta de lo que es la madurez y de lo que supone hacerse adulto: supone jugar, también, como cuando eres pequeño, pero con cosas de verdad, con cosas que, si rompes, no vuelves a recuperar ni poder comprar por cuatro monedas oxidadas. Soy Cécile y no soporto que Anne, la amiga de mamá, mamá, mamá, la mamá muerta, se haya introducido en nuestra vida y me haga de madre y yo no sepa cómo hacer de hija: si admirarla o temerla o ambas cosas. Soy Cécile y Elsa va a ser mi nuevo juguete, si se rompe puedo pedirle otro a papá. Soy Cécile y tengo diecisiete años y me siento poderosa y avergonzada pero sobre todo poderosa con estos hilos que cuelgan de mis manos, con estos títeres que se mueven bajo el sol que se esconde bajo mi palma. Soy Cécile y tengo diecisiete años y tengo tanto miedo que no puedo pensar con claridad y este verano es el definitivo, el último, el importante, y no sé qué hacer con él. Soy Cécile y tengo diecisiete años y no sé a quién tengo que hacerle todas las preguntas que no soy capaz de responder, como por ejemplo por qué papá y Anne se besan, por qué Elsa no hace nada por remediarlo, por qué hago que Cyril, mi primer amor de verano, coquetee con Elsa para poner celoso a papá y que Anne por fin y de una vez se marche de nuestras vidas y lo deje todo como estaba: desordenado y amable. Soy Cécile y por un momento pensé que podía jugar como cuando era pequeña: sólo por un momento y el momento ha resultado ser como una muñeca despeinada y con las vestiduras rotas y un brazo algo magullado. Si yo pudiera hablar por la novela diría esto. Por otra parte, el título me evoca siempre a cualquier cuadro de Hopper donde aparezca una mujer, una habitación y una ventana. En soledad, en silencio. Buenos días, tristeza: y el olor a café y tostadas que sube del piso de abajo, el ruido leve de la gente empezando su día. Buenos días, tristeza: una ventana que se abre y que gime, de madera, a lo mejor roja, o azul, pero vieja y desgastada. Buenos días, tristeza: una adolescente, el hilo interior de una adolescente quejumbrosa y melancólica y confusa. Cualquiera de los cuadros me valdría, cualquiera de los de Eduard Hopper. Y volviendo a Cécile: hablar de la adolescencia cuando se ha alcanzado ya la madurez no es más que tirar la vista atrás y empezar a perfilar cada una de las emociones inexplicables que se sintieron. ¿Y cómo es hablar de la adolescencia mientras se está saliendo de ella? Bien lo sabe Françoise: escribió Buenos días, tristeza cuando tenía dieciocho años. Y la protagonista de la historia tiene tan sólo diecisiete. Hablar en cuerpo y tiempo presente de los embrollos que tiene la mente no es nada sencillo. Sin embargo, Françoise Sagan sale airosa de esta experiencia y nos da toda la vida de Cécile para que no podamos ayudarla, para que todavía no sepamos, superado ese espacio indefinido, qué hacer con las incógnitas del crecimiento personal.
<!– /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1107304683 0 0 159 0;} @font-face {font-family:Calibri; panose-1:2 15 5 2 2 2 4 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1073750139 0 0 159 0;} @font-face {font-family:Verdana; panose-1:2 11 6 4 3 5 4 4 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:536871559 0 0 0 415 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; mso-bidi-font-size:11.0pt; font-family:"Verdana","sans-serif"; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; font-size:10.0pt; mso-ansi-font-size:10.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt; mso-ascii-font-family:Verdana; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-hansi-font-family:Verdana;} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Secti

Deixa un comentari

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

Esteu comentant fent servir el compte WordPress.com. Log Out /  Canvia )

Facebook photo

Esteu comentant fent servir el compte Facebook. Log Out /  Canvia )

S'està connectant a %s