
No sabemos la época, ni el lugar en que se desarrolla la historia, ni qué se fabrica en la fábrica, ni otra multitud de detalles que otro escritor hubiera considerado indispensables. Pero, realmente, ¿es eso importante? Jenn Díaz nos demuestra que no. Algunos críticos hablan de milagro refiriéndose a la madurez literaria de la joven autora, yo prefiero hablar de un talento que a Díaz parece estallarle por todas las costuras de su obra. La novela me ha durado una tarde de lectura, pero no la olvidaré fácilmente. Tal vez haya logrado dejarme varado en la encrucijada final acompañando para siempre a sus protagonistas.
Fernando P. Fuenteamor
Pinchando, como siempre, en la imagen: directo a Belfondo o el hipervínculo, el artículo/reseña de Fernando P. Fuenteamor. Muchísimas gracias.
Entonces te lo salvaste mil veces.