Con qué fin

La verdad se ha desvelado, Egon Schiele

Se siente, como ajena, una victoria
la satisfacción de haber vencido,
el asco de haber vencido, de tener
la razón que tanto tiempo se viene
reclamando como propia, como única,
nuestra

y ahora que la tenemos delante, que
nos pertenece, ahora que está así,
fresca, intacta la razón, ni siquiera
va a servirnos para que duela menos,
para que el rencor se marche de
una vez por todas

perseguimos la verdad con una ingenuidad
que se podía confundir con la pobreza
y la verdad se giró y tenía los ojos
de una madre perdida
nos ha mirado y nos ha dicho:
aquí me tenéis
pero ya nadie sabe qué hacer con ella
ya nadie recuerda, de tanto como ha pasado,
con qué fin andábamos persiguiéndola

qué estúpidos los que creyeron
en este momento de ahora, de hoy
qué estúpida yo

cuánta ridiculez esconde el desconcierto

5 thoughts on “Con qué fin

  1. No todas las memorias son frágiles, algunas impregnan la realidad, de llantos y risas, y son más vívidas que cualquier rutina que por habitual pierde su sentido, la desorientación no creo que sea ridícula, como todo cambio, hay que descubrir lo bueno que tiene:) …a todo esto: yo estoy bastante perdida también:)
    Buen fin

  2. Plinnn: quizá la desorientación no es ridícula, pero en ocasiones nosotros, los que estamos en medio del desconcierto, somos ridículos, ruines, asquerosos. Ante lo desconocido acudimos a nuestro lado más bajo, a una ridiculez. O al menos eso he querido decir en el poema y en el comentario.
    Un abrazo y buen fin de semana a ti también.

  3. A veces, creo, fingimos esa ruineza, esa bajeza, la maldad. Imitamos a alguien que nos hizo mal (por eso sabemos cómo se hace, por que nos lo hicieron). Lo ridículo es que no, no somos así en realidad. Es un disfraz malvado. Y nos va grande.

  4. Un disfraz es un conjunto de objetos que utilizamos para confundir nuestro aspecto, otra cosa es cuando además de escondernos detrás de una mentira la justificamos y nos referimos a ella como algo que tuvimos que hacer para justificar nuestra ignorancia o incompetencia, que de todo se aprende y quien comprende sus acciones sea tarde o temprano puede ver esas mismas acciones en los demás, pero sobre todo entender sus propias acciones.
    El ahora para muchos está reñido con el ayer, pero sobre todo con el mañana, ahora es el momento dicen algunos, sin pensar en lo que fue o en lo que probablemente será, pero sobre todo sin pensar también en lo que en el momento es, pues todo ello se forja en el ahora, sea pasado o posible futuro.

    pepe tanatos desidia

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